El Alhaurino recresa al Matías Prats


Hay campos donde el eco del pasado resuena con más fuerza que el rugido del presente, donde la Historia se escribe entre los muros de cemento, el olor a tierra húmeda y los colores eternos de un pueblo que vive el fútbol como una forma de vida. 

El Estadio Matías Prats es uno de esos lugares, y este domingo volverá a recibir la visita del Club Deportivo Alhaurino, el Decano e Historia Viva del Fútbol Malagueño, en la jornada 8 del campeonato de Tercera Federación.

Será la decimosexta visita del conjunto azulillo a ese feudo toxiriano, escenario de batallas memorables desde los tiempos del extinto Torredonjimeno CF hasta el actual UDC Torredonjimeno. Ocho veces se midió el Decano al desaparecido club jiennense y esta será la octava ocasión frente al inquilino actual, heredero de una rivalidad forjada a fuego y orgullo en las tardes de fútbol auténtico.

El Matías Prats ha visto de todo. Ha sido testigo de alegrías, de duelos de barro y de goles que aún viven en la memoria azulilla. Cuatro triunfos guarda el recuerdo alhaurino en tierras jiennenses: el 0-1 de Gascón en el minuto 95 aquel 22 de enero de 2006, cuando el Alhaurino se llevó el botín sobre la bocina; el 1-2 del 14 de diciembre de 2003, con los nombres de Óscar y Durán grabados en la historia; o los dos triunfos ante la actual UDC Torredonjimeno por idéntico marcador (1-2), firmados en enero y noviembre de 2013, con goles de Triki, Burgos, José Serrano en propia puerta y Joseíto, en jornadas donde el Decano demostró jerarquía, temple y oficio.

En total, 4 victorias, 3 empates y 8 derrotas reflejan el balance histórico en el Matías Prats, con 14 goles a favor y 31 en contra, pero cuando el cómputo se amplía a los 30 enfrentamientos oficiales frente a los equipos que representaron a Torredonjimeno, el equilibrio se aproxima: 11 victorias alhaurinas, 6 empates y 13 derrotas, con 31 goles marcados y 47 encajados. Una rivalidad clásica del fútbol andaluz donde siempre hubo respeto, tensión y un mismo denominador común: la pasión.

El último precedente, fechado el 2 de febrero de 2022, sigue dolido en el recuerdo azulillo. Aquel día el Alhaurino volteó el marcador con los tantos de Víctor Rueda, desde el punto de penalti (44’), e Ibou (81’), pero un penalti injusto en el último suspiro privó al Decano de una victoria merecida, dejando un sabor agridulce en el regreso a tierras jiennenses.

Hoy, tres años después, el destino vuelve a cruzarlos con sensaciones opuestas. El CD Alhaurino, dirigido por Francis García, llega al duelo con la moral por las nubes tras su triunfo ante el Recreativo Granada y un total de 11 puntos que lo mantienen en la zona noble de la tabla. Un equipo sólido, en crecimiento, que juega con alma y que ha devuelto la ilusión al Miguel Fijones.

Por su parte, el UDC Torredonjimeno transita en una dinámica curiosa, fiel al empate y a su espíritu combativo. Tras siete jornadas, los rojiblancos suman 9 puntos con un único triunfo inicial (3-0 ante el Mijas Las Lagunas) y seis empates consecutivos, todos con guion parecido: trabajo, intensidad y una resistencia que los hace peligrosos en su feudo.

Este domingo, el Decano se adentrará una vez más en territorio conocido, con la vista puesta en el pasado pero el corazón en el presente. Porque cada vez que el CD Alhaurino pisa el Matías Prats, no solo disputa un partido: reafirma su historia centenaria, su identidad de pueblo y su bandera de orgullo malagueño.

El fútbol volverá a unir dos escudos con alma de hierro y corazón de barro. Y en esa batalla, como siempre, el Decano saldrá con su lema invisible grabado en la camiseta: “Respeto al pasado, orgullo del presente y fe en el futuro.”.