Alvaríto estrena capitanía con el Decano


No todo el mundo tiene el privilegio de ser capitán del Club Deportivo Alhaurino, el club más antiguo de la provincia de Málaga. Llevar sus colores ya es motivo de orgullo, pero ejercer de capitán en un partido de Categoría Nacional es un honor reservado a muy pocos. 

El brazalete azulillo no es solo una cinta en el brazo, es un símbolo que representa la historia de un pueblo, el esfuerzo de generaciones y la identidad de un club que es referente para todo el fútbol modesto malagueño.

En la última jornada frente al Martos CD, ese honor recayó por primera vez en Álvaro García Espinosa "Alvarito", que con tan solo 30 años se convirtió en el capitán del Decano. La veteranía es un grado, y lo cierto es que el once inicial que dispuso Francis García presentaba una media de edad muy joven, lo que hizo que Alvarito, por edad y experiencia, asumiera la responsabilidad de portar el brazalete tras haber superado recientemente la barrera de los 2.000 minutos defendiendo la camiseta azulilla.

A lo largo de los años, el brazalete azulillo ha pasado por jugadores referentes no nacidos en Alhaurín el Grande. Recientemente lo llevaron el coíno Millán o el pizarreño Triki, futbolistas que dejaron huella en el vestuario. Ahora, es un churrianero de nacimiento el que recoge el testigo que le dejó Óscar la jornada anterior y se suma a la nómina de capitanes de la historia del club.

En Las Lagunas, el veterano Lupi había sido el encargado de liderar al equipo sobre el césped. Sin embargo, tras su lesión en el minuto 42, el brazalete pasó de brazo en brazo: primero lo portó Óscar González Pascual "Óscar", que pese a tener solo 23 años ya acumulaba más de 2.100 minutos oficiales con el Decano. 

Poco después, al entrar en el terreno de juego Raúl Sánchez, un futbolista que suma ya 4.800 minutos en ocho temporadas, el brazalete cambió nuevamente de dueño lo mismo que pasó el pasado domingo ante el Martos, pues la normativa interna del club dicta que el capitán debe ser siempre el jugador con más trayectoria vestido de azulillo en el terreno de juego.

En el fútbol, el capitán es mucho más que el encargado de realizar el sorteo inicial o dialogar con el árbitro. Es la voz del equipo dentro y fuera del campo, el enlace entre plantilla, cuerpo técnico y directiva. Debe transmitir serenidad en los momentos difíciles, animar cuando el partido se pone cuesta arriba y representar al club con orgullo en cada gesto.

Cada equipo decide de manera diferente cómo elegir a su capitán: algunos lo hacen por votación en el vestuario, otros lo imponen por jerarquía y veteranía. En el caso del CD Alhaurino, la tradición ha sido clara: el brazalete debe recaer en aquel que más tiempo y minutos haya defendido los colores azulillos. Es, por tanto, un reconocimiento a la fidelidad y a la entrega, valores que han marcado la historia centenaria del Decano.

El estreno de Álvaro García como capitán representa mucho más que una anécdota. Supone el inicio de un nuevo capítulo en la historia de las capitanías azulillas. Su primera vez con el brazalete quedará registrada en La Decanoteca, porque portar el brazalete del club más antiguo de Málaga no es un gesto cualquiera: es escribir una línea en la memoria de un pueblo y en la leyenda de un escudo.